Segunda República

El 12 de abril de 1931 se celebran elecciones municipales en la mayoría de provincias del país, en las que los monárquicos perdieron en 41 de las 50 capitales provinciales, aunque sus candidaturas salieran victoriosas de manera general. Ante estos resultados, el rey Alfonso XIII, desahuciado por sus defensores y presionado por las fuerzas republicanas, abandonó el trono real y comenzó su exilio, proclamándose así la Segunda República, el día 14 de abril.

En Alameda, cuatro días después de la primera vuelta de estas elecciones municipales, y dos después de la proclamación de la República, la corporación del Ayuntamiento, en sesión plenaria presidida por el alcalde Marcelino Espejo Cañete, recibe un telegrama del Gobernador Civil en el que se les ordena “dar posesión a los concejales últimamente elegidos en elecciones”.

El día 27 de junio, en la sesión ya presidida por José Páez Fuentes, tras haberle entregado a este el bastón de mando, tomarán posesión en sus respectivas concejalías las siguientes personas:
Juan Narbona Torres, Luis Silva Ruiz, José García Lanzas, Francisco Fuentes García, Francisco Sánchez Narbona, Francisco Zurita Pozo, Modesto Camacho Flores, Juan Rodríguez Velasco, Antonio Cermerón Melero, Juan Jiménez Soriano, Juan Páez Sánchez y Leonardo Arjona Cano.

Acta del nuevo Ayuntamiento republicano de Alameda.

El año 1932 va a estar marcado por una profunda inestabilidad económica y social en toda la provincia de Málaga, sucediéndose las huelgas sindicales, obreras y jornaleras en numerosos municipios, con sus tradicionales reclamaciones por las mejoras laborales y salariales. Una de ellas tendrá lugar el mes de junio en Alameda, donde se reivindicaba contra la diferencia en las bases de trabajo, y que acabará fracasando, al igual que ocurrirá en otros municipios como Fuente de Piedra o Bobadilla.
En el contexto de estas tensiones socio-políticas, la madrugada del 19 de julio, en plena feria local, tiene lugar un suceso que acaba con la vida del sereno José Ruiz del Pozo “el Zorro”, y de su compañero Juan del Pozo Sánchez “Gabino”, días más tarde.

El semanario antequerano El Sol de Antequera lo recogía así en su tirada del 31 de julio de 1932

Semanario El Sol de Antequera.

La versión de esta noticia contrasta con los testimonios orales de la época, los cuales hablan de agresiones y palizas contra los dos serenos.
A pesar de la constante alterabilidad del orden que se va a producir durante este año y el siguiente, Alameda podrá celebrar sus fiestas, como la feria de 1933, no sin antes llamar a la precaución, conscientes las autoridades de las actuaciones del pasado años. Es llamativo que, entre el programa donde se incluyen “fuegos artificiales”, “carreras de cinta a caballo” o una “extraordinaria traca”, aparezca una mención a los acontecimientos que marcaron las anteriores fiestas: “SI LOS MALVADOS NO LO IMPIDEN”; aludiendo al suceso del pasado año, donde resultaron muertos los dos serenos locales

Cartel Fiestas Alameda 1933.

Huelga en Alameda durante la Segunda República.